domingo, 22 de junio de 2008

MOQUEGUAZO: LOS VALIENTES TAMBIEN TEMEN



"EL HONOR ES SU DIVISA" ¿A quién obedecer?


El General Alberto Jordán Brignole, con 33 años de servicios a la PNP, aclaró a la nación que la orden de ataque provenía de Lima, y que nadie le consultó al respecto. Él había sido designado para desalojar a la multitud apostada en el puente Montalvo. En ese preciso momento mientras el alto oficial conversaba con el Padre Luis Ayala, buscando una salida sin violencia al problema es que por cielo y tierra la Policía atacó con gases lacrimógenos a los huelguistas.

Los moqueguanos enardecidos creyeron que el general les hacía una jugada. Se produjo una batalla y, es ahí que se produce la retención del general y sus policías. Luego fueron resguardados en la Co-catedral moqueguana. El general pidió perdón a Moquegua y levantando una bandera blanca abandonó la ciudad capital del Cobre Peruano.
El general tuvo miedo y quiso proteger la vida de sus policías.
Ahora ya en la pacífica Moquegua la calma volvió, pero Jordán Brignole se siente abandonado a su suerte y ha declarado que ya no tiene futuro en la PNP.

Para muchos es el hazmerreír. Hasta el Presidente de la República lo califica de cobarde, un inepto e inocente por no haber usado las armas contra los manifestantes.
Incluso nuestro Cardenal Luis Cipriani declara que “el respeto al orden público, no se recupera con palabras.” ¿Será posible que el representante de Dios en la tierra quisiera ver sangre y muertes? Así anima a las fuerzas policiales y militares a no tener miedo a meter bala. Dios es amor y en eso debiera de trabajar este religioso católico.

No podemos estar en guerra peruanos contra peruanos.
Si queremos solucionar un problema tenemos que correr riesgos de fracasos y eso le pasó al General. Ahora el jefe policial ha pedido públicamente audiencia a nuestro presidente para contar “en vivo y en directo" la verdad de los hechos. Si se culminara esta cita sería humano que esta vez García Pérez cuide su vocabulario. Moquegua merece respeto.

Quedó demostrado que la unidad y la energía en esos díez días de huelga, exigiendo la adecuada distribución del canon minero, fueron determinantes en el éxito del Moqueguazo. El pueblo fue oído y se hizo visible a nivel nacional e internacional.
Algunos medios de prensa actualmente pretenden convencer que el Moqueguazo fue una protesta incitada por agitadores comunistas y subversivos. Meten miedo publicando que los organizadores de la huelga serán enjuiciados.

Al parecer siguen creyendo que Moquegua, “la enterna primavera” no tiene derecho a protestar contra el trato injusto del Ejecutivo.

¡Premier Jorge del Castillo cumpla con sus promesas que el Moqueguazo podría producirse en menos de 24 horas!

No hay comentarios: