Sapporo: Uno de los cinco mil japoneses protesta contra la globalización (Foto, Reuters)
Fatalmente la tendencia de la producción de etanol de maíz origina que los precios de los alimentos estén de subida. Como si fuera poco, ante la constante alza de los precios del petróleo se buscó nuevas alternativas al petróleo. Pero al parecer casi nadie de los políticos ha previsto las consecuencias terribles que ocasiona la producción de estos nuevos combustibles.
Mientras tanto aumenta la moda, especialmente en los países ricos, por la combustión flexible. Y es así que cada vez más los campesinos venden toda su producción de maíz, granos, soya o caña de azúcar a las grandes productoras de combustibles alternativos, ocasionando a nivel internacional que los precios de los alimentos subieran en un 75%. ¿Descenderán algún día estos precios?
Solamente el precio del maíz ha subido en los últimos meses a pesar que se está cultivando mucho más.
Al mismo tiempo, los combustibles a partir de plantas se están convirtiendo en asesinos del medio ambiente. Por ejemplo en indonesia, en menos que canta un gallo están talando indiscriminadamente en sus bosques vírgenes para generar extensos cultivos de aceite de palma.
Mientras los pulmones del mundo desaparecen irónicamente nos sentimos concientizados cuando consumimos gasolinas supuestamente favorables al medio ambiente.
¡Que se acabe esa locura!
Que en la cumbre G8 en Japón propongan soluciones a la crisis de los alimentos.
Más ayuda para África, otro continente que padece de hambre.
Es hora de presionar a los gobiernos ricos para que no nos sigan dando las espaldas. Es condenable que millones de niños padezcan de desnutrición crónica y raquitismo.
Maria Luz Paucar
Fuente: http://www.radio.uchile.cl/notas.aspx?idNota=46092
